El Empleado

8.03.2006

Tres: Pantallas



Estamos mediados. Completamente mediados. Estamos tan mediados que no sabemos porque lo estamos ni de quien. Simplemente llegamos a este estado. Ya no hay placeres carnales sino estímulos directos exógenos. Virtualizaciones de la vida cotidiana. Turno On.

Es increíble como se coge en esta ciudad. El diariero es un semi pornógrafo, la televisión sigue la receta exitosa: 4 tetas + 2 culos = muchas publicidades, en la radio una pendevieja pone vos de puta satisfecha. ¿Dónde estará aquel viejo sexo que se hacía en la cama?

Windows. Ventanas. Inicio. Fin. Algo pasó en el medio. ¿Conocí a alguien?¿Es jueves o lunes?¿Qué es un lunes? Soy un engranaje. Me enciendo y me apago. Mi vida es gris, es como un potus que se está muriendo. El potus de la oficina. En la oficina hay muchos potus. Algunos verdes, que todavía no saben que son potus y muchos potus amarillos, desgastados, mañosos, resignados.

Lo importante ahora es salir. Una vez estaba preocupado por el dinero. Dinero, un auto, una casa, la familia, los amigos, las mujeres, el sexo, los hijos. Complementos de un ser humano. Accesorios. Cuestiones descartables. Estás solo. Venís solo te vas solo murmuraba un viejo en el Borda.

Mi nombre es Joaquín. Así empezó la historia.